Nimbus

Vengo después de la orilla del mar en donde las nubes quimeras del viento
semejan fragatas fantásticas navengando el cielo azul.

Llevo un desorden de brisa en el pelo y un rayo primero de luna en la piel las Olas
lavando la orilla del mundo me habrán visto bien.

El aire limpio de un viento de mayo me trajo hasta aquí juntando mis caballos que pasean tranquilos hasta que un silvido los llamo a correr y aquí les tienes amantes tonadas y con aires de mensajeras de fortunas trayendo presentes de lluvias pendientes cada amanecer.

De algunas temporadas venturosas aprendí del amor y al azar desatando igual que aprendí la
constancia de entonces que vengo a regar.

Así como hoy guardo rebaños de nubes que guió hacia el interior del continente durmiente
al que baño con blancos rebaños del soplo de mar, Hileras de nubes caballos del cielo
manadas de nubes.... Uhhhh.

Aires de Enero y vientos de septiembre de sueños risueños e historias de siempre yo soy el espíritu que anda despertando al árbol frutal.

aguas de marzo y sorpresas de octubre quiero ser el manto que limpia y que cubre de verdín la piedra y al mundo de hiedra y al limón de azar.

Pero algo de invierno a soplado en mis notas y hay veces que falta el agua de mis gotas que estoy yo teniendo no sean suficientes para tanta sed.

Yo atiendo los campos pero faltan tantos, que nunca termino de dar al quebranto remedio ni el medio que al que empieza la lluvia a traer.

si ves que llevo nuboso el semblante y evito el encuentro con mi semejante no es falta de amor solo Exceso de celo no mires mi faz.

Los días así me compongo al ocaso cuando el infinito abierto de mis brazos parecen poder abarcar un momento lo que alcanzo a ver.

Ideas de nubes, rebaños del cielo, mil manadas de nubes uhhh!!

Fernando Delgadillo

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